YO TE AMO

YO TE AMO de Arnaldo Jabor

Rómulo Lander [Caracas, 1984]

Este film fue producido en Brasil en 1981 y fue ganador de varios importantes premios cinematográficos. En esa época fue cuando tuve el privilegio de verlo y de escribir estas notas. Arnaldo Jabor era ya un conocido joven director de cine en Río de Janeiro. En aquella ocasión fue contratado por un importante ejecutivo de una cadena de televisión local, para darle una oportunidad cinematográfica a una joven actriz poco conocida para entonces, llamada Sonia Braga. Ciertamente este film y su enorme talento catapultan desde entonces a Sonia Braga a la fama internacional. La historia fue escrita por el propio Arnaldo Jabor en un breve lapso de tres semanas. Su historia estaba basada en un cuento breve de Leopold Serran. La música era de un nuevo músico en ascenso llamado Chico Buarque. El film nos cuenta la historia de dos personajes que se encuentran en un momento crítico de sus vidas, cuando ambos están sufriendo en forma terrible, la pérdida de su objeto de amor.

Paolo, interpretado por Paulo Cesar Pereio, se encuentra en un estado mental de confusión e ira, al ser abandonado por Bárbara. María, quien es interpretada por Sonia Braga, ha sido abandonada por Ulises. Este ha sido su objeto de amor masoquista y quien la deja en un estado mental de perplejidad y fragmentación. Como vemos, ambos personajes centrales, se encuentran viviendo una profunda pérdida. Ambos están en la etapa inicial de su duelo, en donde cada uno reacciona a su manera.

Al iniciarse el film, Paolo quien se encuentra aislado y solo en su apartamento, nos va a mostrar su forma particular de manejar la situación de pérdida. Su método para tratar de elaborar estas ansiedades de abandono y separación es a través de un video que le muestra una y otra vez, en una enorme pantalla, la escena de la despedida de Bárbara. En este video hay una escena que Paolo repite varias veces. Es la escena cuando Bárbara se va a retirar del apartamento. Paolo le pide sus pantaletas. Ella sabe a que se refiere y además el porque de pedirlas. Ella se las quita eróticamente dejando ver su intimidad y se las tira a la poltrona donde Paolo está sentado. Creo que este pedido erótico nos permite conocer la importancia tan grande que tiene la genitalidad de Bárbara, para Paolo. Ella lo sabe y al retirarse, justo al abrir la puerta para irse, se voltea y mirándole a los ojos, le dice: … y quiero que sepas que todos los orgasmos fueron fingidos. Es un algo que nos confirma el hecho desnudo de que la genitalidad parece ser lo único que los une. Finalmente Paolo acepta que Bárbara se ha ido e inicia su tormentoso duelo. Antes de irse, Bárbara ella le ha dicho y se lo repite en el video … que ella no lo ama más y que todas las cosas se acaban.

El duelo de Paolo es doble, porque no solo ha perdido a Bárbara, sino también ha perdido su fábrica y su empresa. Se siente abandonado y también profesionalmente fracasado. A su vez, María viene de una relación masoquista y sumisa con Ulises. La agresividad proveniente de esta incomprensible pérdida, la expresa contra si misma y se hace pasar por una prostituta cuando conoce a Paolo. Ambos desean una vida nueva. María desea pasar de ser sumisa y víctima, a ser una mujer rebelde y afirmativa. Paolo desea pasar de una relación de amor incompleta e inestable, a una relación estable que se base en lo que él llama ‘la palpabilidad’. Es decir quiere basar el amor, en lo palpable de los genitales, en lo concreto del cuerpo y en el ejercicio de la sexualidad plena.

Esa noche en que se conocen, María le dice que ella tiene una música en su cabeza que no para. Es una música de protesta. Protesta la sumisión y la pobreza. Quiere dinero y le dice que se siente como loca. Se trata de su reacción inicial a la pérdida de Ulises. María está confusa, angustiada y en una búsqueda masoquista de castigo. Paolo también reacciona a la pérdida de Bárbara con fragmentación mental. Se siente enamorado y no soporta la idea que la ha perdido y que ella está viviendo en algún lado, sin él. Se siente literalmente en pedazos, como cuando dice: … me siento en pedazos: boca, mano, cabeza, pelos. Paolo esta atemorizado de salir del apartamento, cree que se esta volviendo loco. Nos dice que … el amor es ridículo, es absurdo vivir pensando en una sola persona. Ella se me escapa de entre los dedos, es una sensación de que ella nunca estuvo allí.

En este momento la situación de ambos personajes es clara. Paolo nos muestra su fantasma sexual al buscar la palpabilidad: Lo concreto del sexo, como la anti-soledad y a la vez la negación del vínculo. Vaya paradoja. María busca expresar una violencia contra si misma, alguna forma de auto castigo y lograr así una cierta negación de su ser. Nuevamente otra paradoja. La estructura fantasmática de Paolo nos explica el porque en el momento de las relaciones sexuales, Paolo le dice a María … que ella es una profesional de la putería. Que ella lo acepta porque él le paga, pero la verdad es, que él no vale nada. Le hace decir a ella una y otra vez: … no siento nada por ti, tú eres un cliente más que no es nada, tú no vales nada. Oír este texto es para Paolo la causa de su excitación sexual, su fantasma. Paolo insiste y trata de convencerse de que en esta relación: … no hay vínculo, que lo único que hay es la palpabilidad del sexo.

María sigue el juego sexual de Paolo mientras ella recuerda su propia escena fantasmática: la escena del rechazo final de Ulises y su consecuente sufrimiento. Sufre y este sufrir la alivia, como una forma de penitencia. Posteriormente al final de la noche aparece la escena en que ella intenta zafarse por primera vez de esta relación fantasmática masoquista. Le dice a Paolo que ella es una puta-culta o una culta-puta, de la facultad de letras de una universidad local. Así termina la noche y finalmente amanece.

Paolo le paga y él sale a caminar. Hasta este momento Paolo ha logrado resistir con éxito, el formar una relación humana con María. Prefiere tratarla como un objeto sexual desechable, con el cual no se estable ningún tipo de vínculo humano. Así solo establece una relación anaclítica, en la cual el objeto existe solo cuando este es necesitado. Paolo se encuentra obsesionado con los recuerdos y con la imagen de Bárbara. Le es difícil vincularse con otro ser humano. Esto es contradictorio, porque inicialmente pareciera que Paolo no establece permanencia de los vínculos. Sin embargo no es así. Paolo sufre por la pérdida de Bárbara, pero específicamente por la pérdida de sus genitales y de su sexualidad. Para Paolo, Bárbara es específicamente sus genitales femeninos. Por eso insiste tanto el aquello de la palpabilidad.

Los recuerdos que Paolo tiene de Bárbara nos van a permitir entrar en la vida erótica de ella. Bárbara es una mujer con una estructura sexual necrofílica. Ella se excita sexualmente con el objeto muerto sin vida. En el coito con Paolo ella insiste en reconstruir cada vez las imágenes del cadáver de su padre, ese es su fantasma sexual. Solo así puede iniciar el acto sexual. Estas imágenes cadavéricas constituyen el objeto interno que la excita. Paolo no se molesta y colabora en la creación de este fantasma sexual que es capaz de llevarla al orgasmo. El film nos va a mostrar el origen de esta estructura necrofílica. Bárbara era la hija de una madre brasilera con un padre sueco, quien se había quedado a vivir definitivamente en el Brasil. A los doce años de edad Bárbara es confrontada brutalmente con el suicidio de su padre, quien se había disparado un tiro en el bar Floridita. Ella es llevada al sitio y tiene un largo contacto con el cadáver de su padre: … con su sangre, coagulada en el pelo.

Bárbara como una mujer entrando en la adolescencia va a tratar de organizar de alguna manera este encuentro traumático con la muerte. Es cuando decide dedicar su vida a la medicina. Es decir dedicar su vida a salvar a los moribundos. Pero esto no es suficiente y la marca de la muerte insiste en su efecto. Así Bárbara se va a especializar en cadáveres. Estudia necrología, anatomía patológica y medina forense. Su sexualidad se va enhebrar entre el Edipo y la muerte. Por eso, en su vínculo amoroso con Paolo no va a ser necesaria una relación inter-subjetiva humana. El amor no será lo que circula. Su intensa relación se fundamente en objetos parciales, en lo erótico de la fuerza genital y en la habilidad de Paolo para sostenerle su fantasma. Es Paolo quien a pesar de ser un objeto vivo, es quien le sostiene su orgasmo con la muerte.

Cuando Paolo regresa al apartamento después de su larga caminata matutina por la ciudad, ocurren dos cosas importantes. Una es que María juega con él y se desarrolla entre ambos una actividad lúdica: lo saca desnudo al pasillo del apartamento, hasta que sale el vecino, quien resulta ser un juez. Allí hay un elemento lúdico y de risa. Para mí, esto significa que María ha comenzado a zafarse de una posible relación masoquista con Paolo. La otra cosa es, que Paolo la lleva a visitar el cuarto de los recuerdos, donde tiene guardada su vida: … la vida mediocre de un pequeño brasilero. Con mucha emoción le dice: … que el solo desea, lograr tener algo. Para mí esto significa que por fin Paolo esta dispuesto a establecer una relación humana inter-subjetiva. Al menos establecer un vínculo dual firme con ella. Los juegos que ocurren a continuación, el del chimpancé, el juego sin lenguaje, el juego de Tarzán y Jane y el juego de pintarse los cuerpos desnudos simbolizan para mí el tipo de encuentro que en estos momentos ellos son capaces de hacer con gran sinceridad. Me refiero al encuentro de dos niños pre-verbales y pre-genitales.

Una vez establecido el vínculo subjetivo con un otro y no con la necesidad de su propio castigo, María comienza a hablar sobre la verdad de si misma. Le dice a Paolo que ella no es prostituta, que estudio letras y que fue aeromoza. Trabaja de secretaria en una fábrica de galletas. Y que hay algo más que tiene que decirle: … que ama a otro hombre. Habla de que esta loca de amor por él. Aunque sabe que es un amor imposible: el es casado y con hijos. Además es un asco, pero ella lo ama. María nos muestra aquí claramente la matriz de su sexualidad masoquista. Hasta ahora ella solo es capaz de un vínculo amoroso fuerte con un objeto sexual de características edípicas: el hombre de otra mujer (la madre) y con hijos (los hermanitos), quien insiste en no separarse, por lo tanto un objeto imposible. Su placer se consume en el triunfo de seducirlo. Es como si María dijera: que el único que puede quererla es la figura del padre.

La estructura sexual y amorosa de Paolo es otra. A Paolo le cuesta vincularse con la mujer. Paolo es muy egocéntrico, poderoso y omnipotente. Sus constantes rebobinados del video, el cual ve repetidas veces, son un recordatorio de la existencia del otro, como un algo que confirma la constancia del objeto. Por eso el vínculo con la mujer se le presenta como efímero, evanescente, siempre en pérdida. Nos dice: … se le escapa de entre los dedos. Es una relación objetal de tipo anaclítica narcisista. Paolo vivencia esta relación como impalpable y episódica. Por eso su insistencia en la palpabilidad y en lo corpóreo. Los vínculos con los miembros de su familia, a juzgar por el texto que surge en el cuarto de los recuerdos han sido de muy breve duración, cada quién por su lado. Como si nada permaneciera. En su Edipo Paolo ha sido marcado por la inconstancia del otro.

En uno de los videos Bárbara le dice que él es un canalla que no oye al otro y que por eso ella siente que él no la quiere de verdad. Que él es sordo y finge que la oye. Paolo quiere salir de esta situación, quiere desarrollar una capacidad de relación humana con permanencia de vínculo. Pero erróneamente cree que eso lo logrará con una relación simple de palpabilidad, donde lo corpóreo del sexo le dará esa sensación de permanencia. De vuelta a la relación narcisista anaclítica. Por eso Paolo se desespera cuando cree que María no se excita sexualmente con él. Que el no tiene palpabilidad para con ella. Por eso le pregunta con insistencia, una y otra vez, por su sensación erótica y orgásmica con él.

Cuando María se va del apartamento y Paolo sale desesperadamente a buscarla por la calle, es cuando se pone en evidencia que finalmente Paolo ha iniciado una relación subjetiva objetal dual, más allá del narcisismo. Cuando sale a buscarla y no la encuentra, cree que la ha perdido. Sufre de un nuevo abandono y mentalmente se fragmenta. Aparece una ansiedad confusional y ocurre la escena de la playa en el automóvil con el personaje trasvesti.

En realidad no se trata de un trasvesti, sino de un transexual. Es una persona con anatomía íntima de hombre, que se siente afectivamente  como una mujer. Observamos una mujer muy hermosa, que juega con la idea de la muerte por decepción de la vida. Esta mujer/hombre le dice a Paolo: … soy dos personas y a la vez no soy nadie. Soy una locura andante en la calle. No quiero ser hombre y a veces tampoco quiero ser mujer. Al iniciar las caricias sexuales en el automóvil, le dice a Paolo: … besa tu boca, tus cabellos rubios, besa tu seno y tus mulos. Soy todo tuyo. Todo esto sugiere el desarrollo de una relación homosexual de fellatio con este extraño personaje mujer/hombre.

Sin embargo no creo que se trate de Paolo como una estructura homosexual reprimida. Entiendo que Paolo tiene una estructura claramente heterosexual de tipo narcisista. Esta experiencia homosexual la enfocaría dentro de una regresión confusional motivada por la supuesta pérdida de María. Posteriormente maría lo llama por teléfono y va a ocurrir el re-encuentro. Ambos han establecido un vínculo más allá del narcisismo. Se han hecho falta. La aparición de la relación dual permite que Paolo diga que esta es realmente la primera vez que ellos se encuentran. En el encuentro anterior ellos no eran ellos. El era Ulises y maría era Bárbara. Ahora ambos han descubierto a Paolo y a María. Han descubierto al otro verdadero.

Ahora ocurre algo extraordinario. María se asusta de su interés y de su nuevo amor por Paolo. Resulta que Paolo es un hombre que esta allí para ella, que esta verdaderamente disponible. María teme al amor y llora. Paolo se excita con su llanto y desea tener relaciones sexuales con ella en ese momento. Ella le grita: … para eso, será que no puedes esperar. Así no me amas, estoy desesperada. Tu solo piensas en tu pene. Paolo disgustado le contesta: … aprende de una vez, que el amor es carne, es palpabilidad. No es un sentimentalismo barato de niña. ¿Por qué será que Uds. las mujeres solo ven egoísmo en el deseo sexual, en la necesidad del hombre de enchufar?

María toma el cuchillo y finalmente deja de ser sumisa para pasar a ser una victimaria. Lo amenaza y le pide a Paolo que cante como mujer y que bese sus pies. Le grita: … tu eres mi esclavo. Esto la excita sexualmente. Ha dejado de ser la víctima masoquista, para ser la sadista. Desaparece el miedo. El objeto de su temor, se ha transformado en su objeto de excitación sexual. A este mismo registro sádico pertenece la escena del oso y los disparos, donde ella es la sádica dominadora.

Paolo pregunta: … ¿y el amor donde está?  Yo como psicoanalista varón le respondería: … allí, donde está el deseo. Pero resulta ser que el amor es algo mucho más complicado. Las distintas formas de lograrse la organización mental de cada sujeto, llevan a las tres distintas formas de amar: el morir de amor, el amor que mata y el amor a muerte. Tres formas tan diferentes de amar. Pero ciertamente en todas ellas, el amor estará unido al deseo. La palpabilidad de Paolo es el piso, donde el amor levanta su andamiaje delirante. Si no están de acuerdo pregúntenles Uds. a Romeo y Julieta, a Abelardo y Eloisa e incluso a Edipo y Yocasta.