TAN FUERTE Y TAN CERCA

TAN FUERTE Y TAN CERCA Comentarios al film. 

Rómulo Lander [Caracas]. 

Stephen Daldry es un extraordinario creador y director de cine británico de 50 años de edad. Tiene un impresionante record de películas premiadas: Billy Elliot [2000], Las horas [2002] y El lector [2008] y otras más. El film Tan fuerte y tan cerca [Extremely Laud and Incredible Close] estrenada en Diciembre del 2011 dirigida por él, está basado en la novela homónima de Jonathan Safran Foer la cual es llevada al cine por el extraordinario guionista Eric Roth. A su vez Eric Roth es un creador neoyorkino de 67 años de edad, quien ha escrito y adaptado entre otros trabajos, los siguientes extraordinarios films de éxito: Forrest Gump [1994], El correo [1997], El sanador de caballos [1998], El informante [1999] y El curioso caso de Benjamin Button [2008].

El trailer de promoción:

http://video.search.yahoo.com/yhs/search;_ylt=A2KLqIXx0PxYYHkASIY0nIlQ;_ylu=X3oDMTBncGdyMzQ0BHNlYwNzZWFyY2gEdnRpZAM-?p=tan+fuerte+y+tan+cerca&ei=UTF-8&fr2=p%3As%2Cv%3Av%2Cm%3Asb%2Crgn%3Atop&hsimp=yhs-1&hspart=iba&type=wvnt_5874_CRW_VE#id=5&vid=61288d6dc85cdd68784cf5f9e15e39f6&action=view

El film Tan fuerte y tan cerca nos narra la historia de un atormentado joven llamado Oskar Schell [hábilmente interpretado por el actor adolescente Thomas Horn] quien trata de adaptarse a una difícil vida, sin su padre. A su vez, su padre, Thomas Schell [interpretado por Tom Hanks] ha muerto en el desplome de la Torres Gemelas, tragedia ocurrida en la ciudad de Nueva York a las 10:27 minutos de la mañana del 11 de Septiembre del 2001.

Cuando el film se inicia ya ha pasado un año del terrible accidente. El film está narrado por el propio Oskar, desde su infinita soledad. Oscar rememora repetidas veces, a través de una grabadora de mensajes telefónicos, los últimos minutos de la vida de su padre. Su madre Linda [interpretada por Sandra Bullock] trata inútilmente de ayudarlo. Su ayuda es inútil, porque el joven no puede entenderse con ella. Oscar desea que hubiera sido ella la fallecida en las Torres Gemelas y no su padre. Su madre sabe de esta relación materno-filial negativa. Es una relación que se encuentra obstaculizada por algún motivo que ella no conoce, pero comprende que existen razones desconocidas para ese obstáculo. Esto le permite no sentir rechazo, ni resentimiento, hacia su hijo Oskar. A su vez Oskar insiste en rechazarla y busca su propia manera de sobrevivir la ausencia de su padre.

Utilizando el recurso de los ‘flash-backs’ el director del film nos lleva de regreso a ciertos momentos de la vida que Oskar. Son momentos que han  ocurridos en la vida cotidiana con su padre. Así observamos como Oskar, un niño muy inteligente, se muestra con una conducta rara y difícil. Desde esa época Oskar deja ver ciertas fobias intensas que le obstaculizan su vida cotidiana. Por ejemplo el temor a subirse a un columpio en el parque. Oskar se lleva muy bien con su padre, quien entiende que padece de fobias involuntarias y no lo juzga, ni lo obliga. Su padre trata de ayudarlo con una especie de terapia diseñada por el mismo padre. Este padre tan amoroso e inteligente, quien de joven deseaba ser un investigador en química, pero que termina siendo un joyero de oficio, se da cuenta que su hijo Oskar, además de ser muy inteligente y tener habilidades matemáticas y de memoria, padece de un extraño problema: <no tiene ninguna habilidad para las relaciones humanas> [social skills]. Entre otras cosas, Oskar es un niño que teme el encuentro con los otros. Prefiere estar solo. Su padre, para ayudarlo a superar ese problema, diseña una actividad lúdica exclusiva que va a desarrollar con su hijo. Se trata de un juego de búsqueda que ambos hacen en forma permanente. Este extraño juego que Oskar desarrolla con su padre consiste en hacer investigaciones de diverso orden que lo obligan a ciertos encuentros sociales. Su padre ya le ha enseñado a investigar al estilo del juego. Le ha enseñado a identificar el propósito de la investigación, a diseñar la estrategia, a buscar y ordenar cuidadosamente los datos preliminares y luego a proceder con la acción de la investigación. En el film, su padre Thomas, le propone investigar una supuesta desaparición de un sexto Boroughs o sector de la ciudad de Nueva York [un sector que realmente nunca existió, ya que NYC siempre ha tenido cinco sectores o Boroughs]. Esa investigación lo llevaría supuestamente a caminar la ciudad, a entrevistar y a conocer gente. Cosa que supuestamente le ayudaría a vencer su dificultad con las relaciones humanas [social skills]. El joven Oskar nos narra que esa conversación, que tuvo en la cama con su padre, sobre la investigación del sector perdido de Manhattan, fue la última conversación que tuvo con él en vida.  La próxima vez que el oyó la voz de su padre, ocurrió al día siguiente. Ocurrió el día que Oskar denomina el peor día. Esto ocurre cuando él llega a su casa de regreso del colegio a las 9:02 am y suena el teléfono. Oscar oye la voz de su padre al teléfono cuando dice: ‘Aló, hay alguien allí, hay alguien allí, por favor atiendan’.

Dice Oskar: ‘si el Sol explotara, la luz solar seguiría llegando a la tierra por ocho minutos. Ese es el tiempo que tarde la luz, en llegar del Sol a la tierra. Hace un año que mi padre murió, aún puedo sentir mis ocho minutos con él’. En ese momento Oscar decide, por primera vez, desde el peor día, visitar el cuarto de su padre. Durante todo ese año, ni él, ni su madre, han tocado nada de sus pertenencias. Todo está allí, tal como él lo dejó. Oskar revisa el closet, huele sus trajes, revisa sus ropas y en un bolsillo del traje encuentra un recorte de periódico algo pequeño que tiene subrayado un mensaje: no dejes de buscar. Por accidente cae al suelo, desde lo alto del closet, un jarrón azul. Dentro del jarrón roto, aparece un pequeño sobre de manila con una extraña llave adentro. Pregunta a su abuela [paterna] si su padre le habló alguna vez de una llave. Su abuela responde que no. A la vez, desde la primera semana del peor día, ella, quien vive en el edificio de enfrente, ha alquilado una habitación a un anciano, que es llamado el inquilino [interpretado por el célebre actor sueco: Max Von Sidow]: Si lo vez, no le hables, le instruye la abuela.

Oskar desea saber el propósito de esa misteriosa llave. Va al cerrajero quien le hace notar que en el sobre esta escrita la palabra Black. Ante otra pregunta del cerrajero, Oskar le miente. Pero Oscar nunca miente. Y dice: mentira número tres. Esto dificultad para mentir la considero un síntoma importante a tomar en cuenta, es algo que nos va a ayudar a comprender las extrañas dificultades mentales de Oscar. El cerrajero le sugiere que esa palabra escrita: Black, podría ser el apellido de alguien. Oscar decide que Black es el apellido de una persona y encuentra 472 Blacks en la lista telefónica de la ciudad de Nueva York. Decide iniciar y organizar una nueva investigación. Se prepara tal como su padre lo había enseñado a investigar el propósito de esa llave. Se propone hablar con cada uno de esos Blacks. Se prepara cuidadosamente: prepara los mapas, listados, direcciones, binoculares, mascara antigases, una pandereta, la cámara fotográfica del abuelo paterno, etcétera. Pero sobretodo no le dice nada a su madre. Esta es una investigación secreta. La primera en la lista es Abby Black habitante de Brooklyn. En su viaje solitario a Brooklyn vamos a observar las serias dificultades fóbicas que padece Oskar. Son dificultades que podríamos llamar: síntomas. Aparece la fobia a los ruidos fuertes de la ciudad: carros, autobuses, aviones, metro, gente que grita. Oskar ante tanto ruido entra en pánico. Se tapa los oídos. Aquí aparece un flash-back de la memoria y Oskar recuerda a su padre en los columpios quien lo invita a probar el tercer columpio a la derecha. Oskar le teme a los columpios y se rehusa. El padre no se molesta y le dice: debes tratar, debes insistir y se retira. Oskar en su pánico que aparece en ese viaje a Brooklyn recurre a la pandereta: la mueve en sus oídos y eso le calma la intensa angustia. Regresa mentalmente al tiempo actual y recuerda a su padre en su decir: tratar e insistir y continúa con su viaje a Brooklyn. Se atreve con la ayuda de la pandereta a cruzar, a toda carrera, el enorme puente colgante de Brooklyn, que separa a Manhattan de Brooklyn, cruzando el anchuroso rio Hudson.

Al llegar a Brooklyn encuentra a Abby Black quien en ese momento está padeciendo de una intensa crisis personal. Ve una foto [un close up] de un elefante con lágrimas. Y dice: los elefantes no lloran, solo los humanos lloran. Aquí vemos como Oskar se muestra como un joven inteligente, memorioso, informado y muy sabihondo. Oskar se ha propuesto su investigación del propósito de la misteriosa llave a escondidas de su madre. Aquí aparece otro flash-back de memoria. Aparece una escena en la cual Oskar esta recordando el peor día. Recuerda el tercer mensaje de su padre a las 9:58 am. Ese día al oír el tercer mensaje se esconde debajo de su cama. La abuela lo busca y sabe que debe estar escondido debajo de la cama. Se agacha, lo saluda y se sienta tranquilamente a acompañarlo en silencio. Luego llega su madre angustiada, llorosa y hace lo mismo. Esa noche, la noche del peor día, Oskar sale casi a medianoche a escondidas a la calle, a la farmacia de la esquina y compra una grabadora telefónica idéntica a la de su casa. Cambia las grabadoras y así guarda para sí, todos los seis mensajes que dejó su padre ese día. Oskar presenta otro síntoma: acostumbra a rascarse intensamente la piel del abdomen, lo cual oculta a los demás. Se hace daño en la piel. Es una forma de calmar la angustia. Eso parece ser su secreto. Posteriormente otro día, Oskar va en la noche a la casa de su abuela, quien no está allí. Se encuentra con el misterioso inquilino a quien teme y le dice: tengo cuatro años la cual, admite a sí mismo, es la mentira número 9. El inquilino no habla. Parece no tener la capacidad de hablar. Solo responde si y no, palabras escritas en las palmas de sus dos manos. Ante la mudez del inquilino, Oskar decide hablar. Y dice: no soporto este secreto un momento más.  Y comienza a contarle al mudo y anónimo inquilino, todo lo ocurrido, todo lo sufrido por él, que no ha contado a nadie. Le dice que su padre murió el 9/11 en el desplome de las Torres Gemelas. Que ya han pasado tres años desde el peor día. Le cuenta de su visita al closet de su padre, al final del primer año. La cuenta haber encontrado una misteriosa llave. Haber encontrado 472 personas con el apellido Black en el listado telefónico. Habla y habla al inquilino quien se satura ante tanta información. Oskar le muestra el abdomen y sus múltiples heridas. El inquilino se sorprende y le escribe en un papel lo siguiente: él se va a descansar y que no le diga a la abuela que lo ha conocido. Le escribe a Oskar una pregunta en otro papel: ¿Quieres que te ayude a buscar? A lo cual Oskar responde que no. Pero luego cambia de opinión y le dice que sí. Como todos los sábados, buscarán el próximo día sábado a las 9:00 AM. Pero hay ciertas reglas.

El sábado se encuentran en un café. En su viaje a Brooklyn, Oskar le afirma que no puede tomar el Metro. El inquilino le dice que a su edad no puede caminar tantos kilómetros y lo convence de tomar el Metro.  Estando en el Metro, al verlo con la máscara de gases y muy nervioso, el inquilino le escribe que no piense en nada. Oskar le contesta: ese es un oxímoron: Una palabra o frase que se contradice a sí misma. Piensa en nada es un oxímoron. Lo cual nos muestra la cultura e inteligencia de Oskar. Durante el día llegan a unas casas a orillas del rio. Era necesario cruzar un puente de madera que le resulta de temor fóbico a Oskar. El inquilino le invita a cruzarlo y le ofrece que si lo cruza, él le contará su propia historia. Oskar piensa para sí, que desde que murió su padre, es la primera vez que siente que está hablando con alguien. Piensa que por la manera de mover las manos y de mover los hombros [como su padre] este inquilino debe ser su abuelo paterno. El inquilino escribe su historia y se la hace leer al barman del café. Al regresar a Manhattan, Oskar quiere mostrarle más secretos al inquilino. Lo lleva a su cuarto y le muestra la foto de un cuerpo cayendo al vacío desde las torres. Podría ser mi padre, dice. Luego saca la grabadora y le dice: Esto és lo que quiero mostrarte. Mi padre en el peor día dejó seis mensajes. Nadie los ha escuchado, solo yo. Así le va mostrando cada uno de los seis mensajes, que salen de la grabadora uno por uno, especificando la hora: 9:03 am, 9:12 am, 9:58 am, 10.07 am, 10:16 am y luego el último, el sexto mensaje a las 10:27 am. Antes de oír el sexto mensaje, el inquilino no aguanta más y escribe: Basta, no más búsqueda.

Días después Oskar observa con los binóculos que la abuela está discutiendo con el silencioso inquilino. Observa como el inquilino toma su maleta y sale del apartamento. Oskar corre a la calle y trata de impedir que el inquilino se vaya. Cuando este insiste y toma un taxi, Oskar le pide que se quede y ante su fracaso le grita: mi padre era mejor que tú.

En la soledad de su habitación Oskar examina con una linterna el mensaje del recorte de periódico encontrado en el traje de su padre, el cual decía: no dejes de buscar. Por transparencia en el otro lado de la misma hoja del recorte de periódico, encuentra un teléfono subrayado. Marca ese número telefónico y atiende Abby Black. Ella le dice: no soy una extraña, mi ex-marido sabe de esa llave. Esa misma noche Oskar va a su casa. Abby y Oskar se montan en el carro de ella y van inmediatamente en busca de su ex-marido. A media noche, al llegar a su oficina, con su pandereta que le alivia la angustia. Oskar le pregunta al Sr. Black: ¿conoció usted a Thomas Schell? A lo cual le responde que sí. Oskar dice: Hace tres años, diecisiete días, trece horas y veinte y siete minutos, que mi padre murió en el derrumbamiento de las Torres Gemelas. Le cuenta que él encontró una llave, en un jarrón azul, dentro de un sobre que tenía escrito la palabra: Black. El Sr. Black le contesta que él había buscado inútilmente a su padre durante el primer año. Luego agrega que con motivo de la muerte de su propio padre el Sr. Black había salido de todas las pertenencias de él. Él fue quien le regalo ese jarrón azul a su padre, sin saber que dentro de ese jarrón, existía un sobre con una importante llave que el necesitaba para abrir la caja fuerte del banco. Fue solo posteriormente, al leer una carta, que su padre le había escrito, que el Sr. Black se enteró, que la necesitaba para abrir esa caja fuerte. Para eso necesitaba la llave que no tenía. Buscó a ese hombre a quien le había regalado ese jarrón azul y de quien no sabía su nombre, por las calles del vecindario, sin encontrarlo. Oskar muy aliviado, le entrega la llave al Sr. Black. Al retirarse, Oskar le dice que hay algo que él quiere decirle. Algo que nunca ha dicho a nadie. Y le dice: Cuando sonó el teléfono por la sexta vez, no pude contestar. Oí la voz de mi padre por última vez y decía: ¿Hay alguien ahí? ¿Estás ahí? Se podía oír el ruido de la gente gritando y el ruido de los Helicópteros y luego un ruido sordo y todo terminó’. Oskar lloraba y le dijo al Sr. Black: ¿me perdonas, por no haberlo dicho a nadie? …Claro que te perdono, le respondió el Sr. Black. Al bajar a la entrada del edificio, donde lo esperaba Abby, Oskar entra en angustia intensa y sale corriendo a la calle. Huye y toma solo el Metro a su casa. Al llegar a su casa, presenta otra crisis de angustia y comienza a romper los utensilios de la cocina y de su cuarto. Rompe con violencia todo el material preparado para la investigación de la llave. Aparece en escena la madre y esta lo contiene solo abrasándolo, sin reprocharlo. Allí Oskar le dice llorando y gritando: Quiero ser normal.  Su madre le contesta: Tú eres perfecto. Luego le dice: Tu padre estaría orgulloso de ti: nunca dejaste de buscar.  Le dice que ella siempre supo lo que él estaba haciendo. Siempre supo de su investigación, de sus preparativos, de su orden y de los archivos de esa investigación, de sus viajes en búsqueda de  los Blacks. Siempre supo de las personas que él visitaría cada sábado. Le dice que ella quería entenderlo, que ella lo buscaba para poder establecer una relación buena entre los dos y la única forma de encontrarlo en esa búsqueda, era entendiéndolo y respetandolo. Le dice que ella sabía que el resolvería el enigma. Oskar se siente comprendido por su madre y se amiga con ella. Ella le dice en relación a su padre Thomas Schell: Extraño su voz. Oskar le responde: está bien, si te enamoras otra vez…

En la próxima escena Oskar esta de día en el Central Park de Nueva York. Sentado en una roca decide escribir a todos los Blacks que le recibieron y le ayudaron en su búsqueda. Escribe a todos los que conoció. La llave era de William Black. Recuerda la investigación del sexto sector y dice: mi padre no regresará. Decide escribir al abuelo y le pide que regrese. De allí se va a la zona de columpios y busca el tercer columpio a la derecha. Voltea el columpio y encuentra en una rendija de la madera, un mensaje de papel dirigido a él, que resulta haber sido escrito por su padre. Su padre le dice: Te felicito. Has insistido en la investigación. Has probado tu excelencia. Debes estar contento y yo también. Oskar se monta en el columpio e inicia por primera vez en su vida, el balanceo propio, usando sus piernas, montado en un columpio. Ha vencido su fobia a los columpios. Al bajarse piensa: tiempo de ir a casa.

Consideraciones clínicas en relación a esta historia de Oskar:

La pregunta más difícil es: ¿Qué le pasa a Oskar? ¿Padece Oskar de algún tipo de Neurosis Infantil?  Cada uno de nosotros tendrá su propia respuesta. Pero tendrá que argumentarla. La mía, es que Oskar no padece de ninguna neurosis, ni psicosis infantil. Pienso que la mente de Oskar está estructurada al modo neurótico, eso sí. Esto lo digo siguiendo las enseñanzas de Lacan, quien propone las tres formas de estructurarse normalmente la mente humana, así surgen las tres estructuras posibles: neurótica, psicótica y perversa. Pero Oskar no padece de una neurosis infantil.  Digo esto, porque la estructura neurótica en el ser humano se fundamenta en el mecanismo mental de la represión. Sabemos que los ‘síntomas neuróticos’ son una consecuencia del ‘conflicto psíquico’. La angustia creada por el conflicto psíquico empuja al sujeto a encontrar una solución. El síntoma neurótico es la mejor solución encontrada por el sujeto en ese momento de la vida. Por eso, el síntoma neurótico, aunque molestoso, es algo que trata de curar al sujeto de su angustia. Sin embargo esa cura es parcial, incompleta y deja un remanente de angustia de la cual el sujeto sufre. En mi opinión este no es el caso de Oskar. Oskar no presenta síntomas neuróticos producto de la represión. Oskar presenta síntomas de una organización de la personalidad muy extraña que pertenece a una forma particular de Autismo[1]. Actualmente la sintomatología del autismo es tan variada que es necesario presentarla como un amplio Espectro Autista. Algunos profesionales al observar esta variación del espectro, prefieren llamar a estos cuadros clínicos [similar al presentado por Oskar en este film] con un nombre particular y lo llaman: Síndrome de Asperger[2]

Creo útil pasar ahora a la descripción de los síntomas que he observado en Oskar a lo largo de su historial en este film.

  • La angustia desorganizadora e intensa que aparece ante la presencia de ruidos muy intensos. También aparece con la presencia del objeto fóbico o de la situación fóbica. Como ejemplo puedo mencionar la escena donde Oskar sale en la primera búsqueda de Abby Black. Me refiero a su crisis de angustia que presenta ante los ruidos de la calle. La angustia también es desatada ante la impotencia cuando escucha el mensaje telefónico número tres y se refugia buscando calma en el espacio confinado debajo de su cama. Entender estos episodios de angustia no es fácil. Primero hay que aclarar que todos los seres humanos podemos padecer de episodios de angustia cuando el estimulo es inmanejable por el Yo [Ego]. Freud describió tres tipos de angustia: de aniquilación, de separación y de fracaso [Sigmund Freud, 1927]. Las personas utilizan diversos mecanismos mentales para manejar la angustia, sin producir síntomas. La angustia que observé en Oskar tiende a ser muy fuerte [de aniquilación] es una angustia primitiva, pero es breve. Observé que la angustia ante la fobia es puntual y está relacionada con la aparición del objeto fóbico: los intensos ruidos y el columpiarse. Igualmente observo que Oskar ha encontrado un método [no dañino] para controlar la angustia de aniquilación. Me refiero al uso del sonido que le produce al agitar la pandereta en sus oídos. Pero también usa otro método [dañino] que es el rascarse el abdomen.
  • El rascarse el abdomen que le produce daño en la piel. Este síntoma también tiene el propósito de calmar la angustia de aniquilación. Lo entiendo de la siguiente manera: El daño en la piel produce un dolor físico que ocupa la mente. Este dolor físico le distrae [le alivia] de sentir la intensa angustia sin nombre [aniquilatoria]. Entiendo que el propósito de rascarse, no es hacerse daño en la piel, ni pagar una penitencia [por alguna falta ocurrida en su fantasía]. No, Oskar se rasca y se hiere, para sentir el dolor físico, que le alivia la angustia. El cerebro registra el dolor físico y lo distrae de sentir el dolor psíquico: es decir la angustia.
  • Oskar no puede mentir. Para mentir se requiere de disponer de ciertas capacidades de lenguaje. Se requiere de tener la capacidad para deslizar el significante. El sujeto con Asperger, ni el sujeto con una estructura psicótica estabilizada, pueden deslizar el significante. Están condenados solo a decir lo que ellos creen es la verdad. Deslizar el significante, refiere a la tener la capacidad de bromear, crear adrede algún chiste o una situación risible. Reírse de ellos mismos. Para eso se necesita deslizar el significante en el eje horizontal de la estructura del lenguaje [hacer metonimia]. Si se desliza en el eje vertical, aparece entonces la capacidad para la metáfora [base de la poesía]. Cuando no desliza el significante, entonces no puede mentir de manera natural, como si hace todo neurótico diariamente, que mientan con naturalidad. En esta dificultad para mentir Oskar nos muestra un rasgo de Asperger. Oskar miente en el film, pero lo hace de manera forzada y no natural, tanto es así, que se reprocha y cuenta sus mentiras.
  • El sujeto Asperger es memorioso, inteligente y hábil en matemáticas. Oskar surge en el film como un adolescente muy inteligente, culto, bien informado, estudioso, con una estupenda capacidad de lectura, pensamiento geométrico, cartográfico y matemático, mente organizada y con capacidad de ejercer su voluntad.
  • La relación de objeto: Opino que la relación de objeto con su padre, la cual era muy estrecha, le permitía ejercer con éxito todas estas capacidades de memoria e inteligencia. La pérdida y la desaparición traumática del padre, lo dejó mentalmente desorganizado por casi un año. La aparición de la llave y de la investigación, recrea la figura ausente de su padre y eso es suficiente para re-organizar todas sus capacidades mentales de nuevo. Oskar vuelve a ser Oskar. La presencia de la importante figura del inquilino [su abuelo paterno] ayuda a recrear al padre perdido.
  • La ausencia de habilidades sociales: Una de las características principales de la Síndrome Asperger está en la ausencia de habilidades sociales [social skills]. Sin embargo es importante aclarar que el Asperger permite el contacto físico con el otro. El Asperger puede besar. También permite ejercer la capacidad sexual a plenitud. Sin embargo al no deslizar el significante, sus habilidades sociales y de cortejo amoroso quedan interferidas. Prefieren estar solos y así vivir más tranquilos.

[1] Se define el Autismo infantil como el síndrome congénito que afecta directamente la capacidad de relación del niño con el mundo. Afecta su capacidad de contacto visual y físico con el otro y afecta su capacidad de comunicación básica, lo cual los coloca a veces en aislamiento social. Aún cuando existen muchas hipótesis: las causas que lo producen siguen siendo  desconocidas. Actualmente se define el autismo infantil  como una dificultad del desarrollo. Muchos expertos se oponen a considerarlo como una enfermedad y afirman que no lo és. Lo consideran una variación de la manera de ser en el mundo, una diversidad. Pregunta: ¿Cuáles son los primeros síntomas del Autismo Infantil? Respuesta: (a) Si su hijo evita el contacto visual con las personas y no soporta ser abrazado por sus seres queridos (b) Si suele quedarse con la mirada perdida, una mirada fija mirando a nada en concreto o a un objeto inanimado (c) Si no establece interrelación con el otro, entonces puede tratarse de un autismo infantil que requiere una consulta con el pediatra.

 

[2] El síndrome de Asperger forma parte del Espectro Autista. El décimo Código Internacional de Enfermedades [ICD-10], el cual és el código oficial de enfermedades que existe en el mundo, lo ubica dentro de los trastornos del desarrollo [Capítulo V]. La persona afectada muestra dificultades en la interacción humana y tiene obstáculos para la inserción social. Presenta dificultades en la comunicación de severidad variable, así como intereses en áreas que suelen ser particulares y a veces tienen intereses restringidos [en muchos casos son rígidos y no varían]. El síndrome Asperger se diferencia del autismo infantil temprano descrito por Kanner, en que en el trastorno de Asperger, no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje y no existe una perturbación clínicamente significativa en su adquisición. No hay retardo en la edad de aparición de las primeras palabras y frases. Existe una clara preservación de la inteligencia, además presentan habilidades especiales, como ocurre con el desarrollado pensamiento matemático y geométrico de algunos Asperger. Aunque la edad de aparición más frecuente se sitúa en la infancia temprana, muchas de las características del fenómeno, se hacen notorias en fases más tardías del desarrollo, cuando las habilidades de relación social, comienzan a desempeñar un papel importante en la vida del sujeto. Para este Síndrome se utiliza el nombre ‘Asperger’ en reconocimiento a Hans Asperger (1906-1980), un psiquiatra y pediatra austríaco que había descrito el síndrome ya en 1943, casi simultáneo con la descripción del ‘Autismo infantil’ publicada en USA por Leo Kanner también en 1943.