LA VERDAD Y LA MENTIRA

LA VERDAD Y LA MENTIRA    

Rómulo Lander [Caracas, 2019]   

1 LA VERDAD

Este término <verdad> se usa en muchos sentidos. Así lo encontramos en un sentido técnico en los diversos campos del conocimiento. Tales como pasa con la verdad en la ciencias, en la teología, en las matemáticas, en la historia, en la filosofía y también en el Psicoanalisis. Esta palabra <verdad> también se incluye en el decir del vulgo. En ese campo colectivo social la palabra <verdad> abarca y incluye los conceptos de honestidad, de buena fe y de sinceridad.

Las ciencias otorgan a la actividad de la consciencia una importancia grande en la validez del conocimiento. La importancia que tiene el conocimiento consciente surge de la fuerza de convencimiento que ofrece la <evidencia> que a su vez nos conducen a <la certeza> punto de destino de toda investigación científica. Tal como lo planteaba René Descartes a mediados del siglo 17.

Esta simple secuencia <conocer, para poder creer> es algo que parece inocente. Pero de allí surge un serio problema. Por la siguiente razón. Tal como lo proponía Descartes, las ciencias se fundamentan en la <evidencia> que consiste en algo que es de naturaleza consciente. Esta <evidencia> es considerada desde entonces como algo <verdadero>. Por lo tanto es considerado como algo <válido>. De allí el cógito que propuso Descartes, el cual dice: <pienso, luego existo>. Desde allí la consciencia le da validez a la <existencia del Ser>. Considero que esto solo aplica al mundo de la consciencia. Y ese es el problema. Porque el concepto del <Ser> es algo, que va más allá de la consciencia.

La teoría psicoanalítica como todos sabemos, no se apoya, ni la certeza, ni en la evidencia. Es decir <no se fundamenta> en la actividad de la <consciencia>. Freud introduce la idea de la <existencia del inconsciente> y dice lo contrario a lo que dice Descartes. El cogito freudiano dice <existo, donde no-pienso> es decir en el <inconsciente>.

Freud propone un <aparato mental> inédito a finales del siglo 19 en el cuál la mente humana tiene una gran parte que és de <naturaleza inconsciente>. Freud establece que lo más importante del <Ser> está en el inconsciente. Así propone en 1895 el novedoso modelo de las <tres instancias psíquicas> en su llamada <primera tópica>  que es el primer modelo del aparato mental que se produjo en la historia. Así propone el <Consciente, Pre-consciente e Inconsciente>. En donde la magnitud del inconsciente es tan grande, que es llamada <oceánica>.

Los juicios hechos a-priori, como ocurre en las predicciones científicas, algo común y frecuente en las diversas ciencias, son predicciones científicas que exigen tener mucha cautela. Por una razón. Estas predicciones o <juicios a-priori> únicamente son posibles en su referencia al <fenómeno>. Es decir al campo de la <experiencia sensible>. Lo cual refiere al campo de la consciencia. Sabemos que <Lo real> definido como algo que esta fuera de la consciencia, sólo puede ser <intuido>. Pero <no puede ser conocido>. Es decir <Lo-Real> no es algo consciente. Cuando <Lo Real> se conoce y accede a la consciencia deja de ser <Lo-Real> y pasa a ser llamado <la Realidad>. Esa realidad es algo subjetivo de cada persona. La <evidencia> que se da a través de los procesos conscientes refiere a un aspecto de esa <realidad>. Por lo tanto se necesita ser muy cauteloso con las <evidencias> porque esa realidad de la evidencia es subjetiva y por lo tanto es particular de cada sujeto humano.

En teología el concepto de verdad se relaciona específicamente con la fé en Dios. Es llamada la <verdad divina>. En la filosofía el concepto de verdad descansa en el <razonamiento lógico> el cual tiene su lugar en los procesos de la consciencia, Es una <verdad lógica>. En la narrativa histórica, la verdad refiere a la <realidad histórica>. Ahí radica otro serio problema. El cual es insalvable e inevitable. Porque como ya dije <la realidad> es un fenómeno subjetivo de cada quién. Nadie conoce la <verdadera realidad> porque no existe. Cada quien tiene su versión sincera de la <verdadera realidad>, la cual difiere de un sujeto a otro. Por eso, los historiadores defienden la idea que <la verdad no está, ni se encuentra> en la <narrativa histórica>. La narrativa de la historia es reconstruida por los vencedores, según su propia versión subjetiva, sincera, que naturalmente los favorece. Por eso la narrativa histórica está llena de medias y falsas verdades y de errores inocentes. Es decir <la narrativa histórica está llena de mentiras>.

En Psicoanalisis el concepto de <verdad> refiere específicamente a <las producciones del inconsciente>. Es decir refiere a la <verdad del inconsciente> que se muestra en los sueños, en los síntomas, en las alucinaciones, en los delirios, en las creencias, en la progresiva formación del cuerpo, y en la formación de su postura. También se muestra en el tipo de enfermedades somáticas que sufre el sujeto que incluye las llamadas <enfermedades psicosomáticas>. Tosas las enfermedades son psicosomáticas. Hasta los accidentes.

También encontramos la verdad del inconsciente en ciertas actividades de la conducta, como ocurre en el <acting out>. Este tipo de acto se caracteriza por ser actos que carecen de consciencia. Son <actos sin sujeto> motivados por la <verdad inconsciente> que empuja al sujeto a realizar el acto [del cual no conoce su causa], la cual finalmente después de realizado, queda a la vista. En la naturaleza y características del acto vemos que ese acto habla por sí-mismo.

En Psicoanalisis el uso de ese concepto de la <verdad inconsciente> es fundamental en la teoría y en la técnica. Es necesario recordar que el Psicoanalisis se inicia y se sostiene en una <teoría inédita> que Sigmund Freud presentó en la década de 1890. Esta teoría establece que existe una gran parte de la mente que es de <naturaleza inconsciente>.

Como ya he dicho existen distintas teorías acerca del <concepto de verdad> las cuales continúan siendo continuamente debatidas. Existen diversas formas de pensarla. Ya que la idea de la verdad existe, como ya dije, en el pensamiento teológico, filosófico, histórico, científico y matemático. Estas <ideas de la verdad> son muy diferentes entre sí.

Así surgen preguntas como: ¿Qué es la verdad para cada una de ellas? ¿Es necesario que la verdad se apoye en la experiencia? ¿Podrá la verdad alcanzarse solamente mediante la evidencia? ¿Es la verdad subjetiva o es objetiva? ¿Es la verdad relativa o es absoluta?

     Algo más sobre la verdad y el psicoanálisis

Podemos decir que la búsqueda de la verdad es <lo esencial> de la experiencia analítica. Por eso es necesario preguntarse: ¿Cuál és esa verdad que busca el psicoanálisis? Como psicoanalistas sabemos que nos referimos a la verdad del inconsciente. Y también sabemos que la verdad que procede del inconsciente también se expresa en <el lenguaje> y es algo <subjetivo de cada quién>. Por lo tanto <la verdad de sí-mismo> es algo particular para cada sujeto. Esto es así debido a la <existencia del inconsciente> y debido a la división del aparato mental en tres instancias psíquicas. Esa verdad de cada quien solo se puede decir a medias. Debido a la dialéctica de la angustia y a la existencia del inconsciente. Por eso algunos analistas definen el Psicoanálisis como el arte de <vencer las resistencias> para encontrar la <verdad subjetiva inconsciente> del analizando.

En la obra freudiana el <concepto de verdad> está ligado al concepto de <Lo Reprimido>. Freud propone que <la verdad es algo inconsciente>. La verdad efectivamente habla por medio del cuerpo y del lenguaje. Me refiero <al decir verbal> de los analizandos y a sus manifestaciones y las enfermedades somáticas. La verdad habla en el <síntoma psíquico>, en <los sueños> y en <los delirios>. Por la tanto para Freud la verdad subjetiva de cada quien se expresa en las producciones del inconsciente.

Al final de su vida, Freud escribe en 1937 en su obra titulada <Análisis terminable e interminable> lo siguiente: La relación psicoanalítica está basada en <el amor a la verdad>. Y agrega: <La verdad es el reconocimiento de la realidad de cada quien>.

Como anécdota y en relación a lo relativo que es la vida y sus valores, vale la pena recordar a Frida Kahlo, quien le escribió a Diego Rivera, uno de sus grandes amores, lo siguiente: <que ni una verdad, manche tus labios>.

        ¿Cuál es la relación entre la verdad y el Goce?  

Como ya dije, para el Psicoanálisis la verdad también habla en los síntomas. Los síntomas son producidos por el conflicto existente entre la <verdad inconsciente> que empuja y pulsa por expresarse y los <ideales> tramitados por el Superyó que se oponen a esa verdad que pulsa por salir. Así, la <verdad inconsciente> es en parte responsable de los síntomas que son molestos para el sujeto.

Entonces aparece la pregunta: ¿Se puede amar a esa verdad?

Se podría poner en duda ese <amor a la verdad> inconsciente. Una verdad que sólo produce angustia y sufrimiento. Una verdad que aparece en el síntoma. Cuando ese deseo prohibido pulsa y aparece en la consciencia, entonces aparece la angustia en el Yo. Muchas veces esa incomodidad es aceptada por el sujeto como una expresión o manifestación de su <Goce>. Así se establece una relación entre la <verdad inconsciente> y el <Goce> en el sujeto.[1]

El imperativo freudiano <Wo Es war, soll Ich werden> que significa <allí donde <Ello> era, el <Yo> debe advenir. Es un decir freudiano que nos indica la ruta a la <verdad inconsciente>. Nos permite saber que el lugar de la <verdad inconsciente> la encontramos en el discurso analítico, el decir en <la entre-línea del hablar del analizando> y en sus producciones, los síntomas.

Está claro que lo que se revela en el análisis <es un saber> sobre la estructura psíquica del analizante. Conocer la <verdad inconsciente> nos permite saber en forma aproximada <quienes somos> y nos presenta la idea de <lo imposible> de cambiar esa <estructura psíquica propia>. Somos, lo que somos. Y más nos vale, aceptar lo que somos. De ahí surge entonces la idea del <amor a la verdad>.

         La verdad histórica

Sin duda alguna fue un momento histórico memorable ese día hace 250 años [a. de Cristo] cuando el astrónomo y matemático griego <Aristarco> de Samos, concibió <como verdad> el <modelo Heliocéntrico> de nuestro sistema Solar. Ese día declaró por escrito que <la tierra gira alrededor del sol>. Sus escritos reposaban en la antigua Biblioteca de Alejandría.

También es un acontecer histórico la <evolución> accidentada de dicha idea Heliocéntrica. Esa idea <como verdad racional> recorrió muchos siglos hasta llegar a Copérnico en el siglo 15. Luego llegar al Siglo 17 en donde definitivamente <esa verdad Heliocéntrica> fue aceptada por la comunidad científica y luego aceptada por la cultura.

No obstante estos dos aspectos: Primero el <descubrimiento> y segundo sus <efectos> no afectan el contenido de esa <verdad> como tal. Desde siempre y eternamente seguirá siendo verdad, que <la tierra gira alrededor del sol>. Los efectos mundanos no afectan en absoluto a <la verdad> como tal. Es evidente que <Lo Real> no tiene sentido histórico, porque no se conoce su existencia.

Pero en cuanto <actualización racional consciente> que la constituye como <verdad del mundo> transforma ese descubrimiento en una <verdad histórica>. En definitiva <la verdad lógica> racional tiene por un lado un <carácter de novedad> que és la <verdad lógica>. Pero por otro lado tiene un <carácter de suceso> que es la <verdad histórica>.

La parte de <verdad histórica> de esa <verdad racional> lleva implícita una consecuencia importante: La <verdad racional> representa un valor de conocimiento a posteriori, el cual representa <la novedad>. Esto evita toda complicidad con algún interés creado que pretenda establecer la verdad racional <a priori>. Si la <verdad racional> permanece en la historia, lo es en tanto, representa un determinado valor de suceso: <Ser la actualización del conocimiento> que es algo consciente, en tanto este conocimiento refiere a lo verdadero de la realidad consciente.

       La verdad y la filosofía

Emmanuel Kant en su teoría filosófica marca un modo especial de valorar <la verdad> en el sentido del <conocimiento científico>. Dice Kant …la <verdad en las ciencias> refiere a la <verdad del conocimiento> que es consciente y que coincide con <la verdad> que habita en la realidad. Otro aspecto de la Teoría de Kant habla de <la cosa en sí-misma> que refiere a <Lo Real> y no tiene nada que ver con la consciencia. El estudio de la <La cosa-en-sí> lleva a Kant a elaborar lo más importante de sus contribuciones como filósofo.

Hegel aporta nuevos horizontes en un idealismo post-Kantiano. Nos habla de la <verdad filosófica> a la que se refiere como <la ciencia de lo absoluto> y habla del <idealismo absoluto>. Habla de la <verdad absoluta> en el <en-sí> y en el <para-sí absoluto>. La idea de <lo absoluto> es una forma de decir…<Lo que és, és>. En esto sigue las ideas de un filósofo presocrático griego llamado <Parménides> quien en el año 520 antes de Cristo planteó que <Lo que es, és> como <una verdad absoluta>, sin explicaciones.

Heidegger filósofo alemán considera que <la verdad> no es un asunto de la actividad de consciencia y se adhiere al sentido primitivo griego de la verdad como <desvelamiento del ser>. Es decir algo que surge del <interior del Ser>. La verdad solo se hace patente en la medida en que el juicio, hace presente <la cosa>. En el diálogo entre el <ser> y el <acontecer> surge la materia de la historia. En la historia se produce el <ocultamiento de la verdad>. El ocultamiento puede parecer un <estado natural> en el hombre, debido al <uso común> que hace el hombre de las instituciones, las cuales representan los intereses creados y conducen a la falsedad y al engaño, en la narrativa histórica. De vez en cuando el hombre <decide> valientemente denunciar a las instituciones y se propone la cuestión <del ser y la verdad>. Es entonces cuando la narrativa se aleja de la Historia y aparece la narrativa Filosófica.

Nietzsche simplifica las cosas y considera que <lo verdadero> es todo lo que contribuye a fomentar la vida de la especie y lo <falso> todo lo que es un <obstáculo> para su desarrollo.

William James un pragmático americano considera que <es verdadero> todo aquello que muestra <conformidad> con nuestras <creencias conscientes>. Así la investigación llega a su destino cuando surge la <evidencia> consciente. En este sentido <lo verdadero> es lo útil, lo cual merece ser conservado. El individuo a través del <conocimiento de esta verdad revelada> se emancipa del dominio y de la influencia de las religiones y de las supersticiones, pudiendo alcanzar así la libertad.

Foucault critica el <concepto de verdad> ya que según él entiende, siempre será la verdad que le interesa legitimar al poder de turno. Así la <verdad> corresponde a tal o cual <conocimiento> que le conviene al que ejerce el poder. El uso de la verdad, es así <un instrumento> para conservar el poder, a través de manipular la verdad con hábiles mentiras.

          2 LA MENTIRA

 Por otro lado <la mentira> es una <declaración intencionalmente falsa> ya sea en todo o en parte. La mentira tiene la intención de ocultar la realidad o la verdad. Las <ficciones> aunque falsas, no se consideran mentiras. Cuando me refiero a las ficciones, me refiero a los mitos antiguos y modernos, al arte, los cuentos, las novelas etc. Mentir implica <falsear a voluntad y con intención>. La mentira crea lo que denominamos <el engaño>.

No mentir y hablar con la verdad se considera de un alto valor ético y moral. Los seres humanos espontáneamente prefieren decir la verdad. Esta preferencia espontánea y sincera, complica la existencia de los seres humanos. ¿Cómo es posible que la verdad, siendo algo tan valioso, sea la que complique y arruine la vida ordinaria del sujeto? Ya veremos porqué digo esto. No todo sujeto tiene la madurez suficiente para conocer la verdad de los asuntos limítrofes.

En la teoría psicoanalítica se utiliza el concepto de <transacción> para entender la naturaleza de la <mentira>. La mentira tiene el carácter de una <transacción psíquica> efectuada en el conflicto existente entre <la verdad del deseo inconsciente> y los <ideales del sujeto> también inconscientes. Todo esto tramitado a través del Superyó con presencia de la <angustia>. Esta <transacción> da origen a <la mentira> ocurrida entre la <verdad del deseo> y la <angustia> generada por la tensión psíquica, proveniente de la censura del Superyó al actuar los ideales del sujeto. Esta angustia incómoda se alivia con la producción de una mentira. Así algunas mentiras pueden ser necesarias para evitar la angustia que podría surgir en las <respuestas sinceras y verdaderas> a las preguntas incómodas.

Aquí es útil aclarar que a pesar de que las <fantasías> y las <mentiras> están muy próximas, se trata de dos cosas diferentes. Esto es así por una razón. En <la mentira> es esencial un <ocultamiento intencional> de la verdad hecha consciente. En las <fantasías> no ocurre eso. Las fantasías son una construcción para dar un sentido comprensible, a los acontecimientos incomprensibles. Como ocurre en la fantasía inconsciente y en los Mitos antiguos y modernos.

         La mentira y el desarrollo del <Yo> en el niño

Freud dice <lo natural para el niño es decir la verdad>. Hoy decimos que los niños, las estructuras psicóticas y los sujetos Asperger no pueden mentir. Es decir, no mienten. Esto es así por una razón. No pueden utilizar la <metonimia> que refiere al deslizamiento del significante. La raíz de la mentira infantil hay que buscarla en la actitud de los adultos quienes mienten a sus hijos. Por esa vía los niños aprender a mentir. Los padres mienten en relación a lo que más temen: Los hechos sexuales y sobre la muerte.

Existe una época en el desarrollo del niño en la cual el niño tiene la creencia de que los demás conocen sus pensamientos. <Creen que los padres lo saben todo>. Esto es así hasta que el niño logra decir <su primera mentira>. Hay una lucha por el derecho de tener secretos, sin que los padres los conozcan. Se trata del proceso de construcción del <Yo> del niño. El niño afortunadamente aprende a decir mentiras y a tener secretos.

Freud destacó que la creencia del niño de que sus padres conocen sus pensamientos, tendría su origen en el mecanismo psíquico de la identificación, la cual se utiliza para adquirir el habla, la lengua materna. La mentira ayuda a construir un <espacio psíquico interno>. Aprendemos tanto a mentir, como a decir la verdad. Ambos aprendizajes ayudan a la estructuración el aparato psíquico.

Los niños van a adquirir la capacidad para diferenciar <lo bueno, de lo malo>, <lo cierto, de lo falso>. Esto ocurre por la presencia de la función-paterna la cual introduce estas diferencias. La función paterna introduce la Ley. Esto permite la aparición del <Sistema de Ideales> en el <Yo> del niño. Aparece el reconocimiento y la diferencia entre decir <la verdad> y decir <la mentira>. Por esto, Freud decía que el Superyó es el <heredero del Complejo de Edipo>. Aprende a reconocer lo permitido y lo prohibido. Aparecen los <efectos> de la prohibición del incesto y del parricidio, cosa que ordena el mundo.

En la construcción de estos ideales los padres juegan un papel importante. Esto ocurre cuando los padres dicen mentiras a sus hijos. Especialmente en relación a las preguntas sobre la <vida sexual> y a la <realidad de la muerte>. Aparecen las mentiras compartidas: la <muerte no existe> porque aparece la vida después de la muerte y aparece la idea de la <vida eterna>. Es decir, al decir mentiras engañan a sus hijos, con mentiras compartidas, para no crear angustias, que consideran innecesarias.

Pero, decir mentiras a sus hijos tendrá su consecuencia, que no necesariamente, será negativa. En el desarrollo del niño queda establecido que la capacidad de decir la mentira <ha sido aprendida>. Ha sido aprendida precisamente de los padres y de otros adultos. La no-verdad no solo previene la aparición de la angustia, sino que también ayuda a la construcción de un espacio psíquico <privado y secreto>. También ayuda a la creación de una nueva capacidad de <intimidad en el Yo> que además se aprende por identificación. Me refiero a una intimidad que aparece cuando se permite al <otro> entrar en ese espacio psíquico <privado> del sujeto. En eso radica la capacidad de intimidad.

En esta propuesta vemos que la <no-verdad> se convierte en una necesidad que además ayuda al desarrollo del niño. Decir esto, puede parecer raro, hasta puede parecer algo equivocado. Ya que lo esperado en nuestra cultura es <decir siempre la verdad>. Eso es cierto, ya que la verdad nos honra. La mentira es algo culturalmente <no-deseable>. Pero lo cierto es que aprendemos tanto a mentir, como a decir la verdad. Y ambas son necesarias. En ambos casos el aprendizaje es por vía de las identificaciones, las cuales son las que van a estructurar el aparato psíquico, especialmente al <Yo> y a <sus ideales>.

          La mala-Fe

Existe una relación entre <la mentira> y la <mala-fe>. Existen mentiras que corresponden a una <actitud cínica> del sujeto. Me refiero a aquellos sujetos que mienten, saben que está mintiendo, lo niegan, insisten en su mentira con un determinado interés. Ese <sujeto mentiroso> reconoce <dentro de sí mismo> una verdad que no dice. Luego al hablar, ignora esa verdad, a voluntad. Al ignorar, dentro de sí mismo, la verdad que si conoce, entonces pasa a reconocerse a sí-mismo, como un mentiroso y un cínico, con intereses ocultos. Esa impostura prejuiciada es profundamente <cínica> y de <mala fe>. Además en esas personas, la mentira puede ser usada con la intención de creer que modifican de modo ilusorio y omnipotente <la realidad> que lo rodea. El uso de la mentira puede hacer creer al mentiroso que su poder es tan grande, que puede hacer de <la realidad> lo que desee. Esa es una ilusión que tendrá sus consecuencias en su adaptación e inadaptación a la vida ordinaria.

       La desmentida: el sí, pero no.

Existen sujetos que utilizan el mecanismo mental de <la desmentida> para creerse sus propias mentiras. Es sorprendente oírlos en público <declarar mentiras> conocidas por todos con una <cara de inocencia> sin mostrar ninguna evidencia de vergüenza. Además dando la impresión de ser sinceros. Todo eso gracias el uso del mecanismo mental de la <desmentida> propio pero no exclusivo de las personalidades psicopáticas.

Está claro que el <decir consciente> y la <intención voluntaria> son el sustrato de la mentira. Así <la mentira> refiere a una actividad voluntaria de la consciencia. Pero no todas las mentiras se ajustan a este modelo, ya que existen las mentiras compulsivas y los sujetos mitómanos.

       Los que no-mienten, porque no pueden mentir

La capacidad para mentir y guardar secretos permite desarrollar una capacidad de relación social muy necesaria. Me refiero a la capacidad para diferenciar un espacio psíquico propio <público>, otro <privado> y otro <íntimo>. Todo esto dentro del sí-mismo. No todos los sujetos pueden desarrollar esas capacidades. Me refiero primero a las <Estructuras Psicóticas Esquizofrénicas> compensadas o no. Y segundo a la <Condición Asperger>.  Ambas condiciones <no desarrollan> esta capacidad para aprender a mentir. Y como consecuencia poder construir en su mente los tres espacios psíquicos diferenciados a los cuales me referí unas líneas más arriba: El espacio psíquico: <público, privado e íntimo>. No los tienen. Las estructuras psicóticas Esquizofrénicas y los sujetos Asperger <no-mienten>. Por una razón. No disponen de la capacidad para <deslizar el significante> y usar la metonimia y así aprender a mentir.

Los mitómanos, los que no paran de mentir

Existen también los sujetos que no pueden evitar <mentir constantemente> los llamados mitómanos. Se trata de estructuras neuróticas histéricas narcisistas. Sujetos que tienen mucha dificultad para construir un <sentido de la realidad> acorde con su tiempo. Mienten constantemente, muchas veces sin necesidad, porque en esos casos, no existe una <dialéctica de angustia> que los obligue a mentir. Sin embargo no pueden parar de mentir. La razón es la siguiente. No pueden evitar utilizar la voluntad omnipotente histérica para ajustar <la realidad> ordinaria, a sus deseos inconscientes propios. Les da una satisfacción creer que pueden manipular <la realidad>. Fantasiosamente construyen una realidad a su antojo y se lo creen.

       El engaño: Un cinismo, con mala-fe

Lacan ubica al <Yo> como sede del engaño. Este <engaño> es el mecanismo de desconocimiento que utiliza el <Yo> para defenderse de la angustia. En esto coincide con Winnicott, quien plantea la construcción automática en la psique de un <Self falso> y un <Self verdadero>. Dicho de otro modo: <Un ser de mentira> y <un ser de verdad>. Tanto Winnicott como Lacan, se esfuerzan por establecer la alienación que el hombre porta dentro de sí-mismo. Esta dualidad es una <auténtica bisagra> conceptual que permite pensar en la manipulación consciente de <los intereses sociales> con <los intereses individuales> y viceversa.

El niño en algún momento descubre que <decir la verdad> puede tener un efecto de mentira. Que es posible la existencia de un <engaño> que surge de un decir <verdadero>. Así, el decir verdadero, puede esconder a la mentira, presente en ausencia. <Te digo verdad y con esa verdad, te engaño>. Esta intención de <engaño> se sitúa por consiguiente en un registro del lenguaje que <no está> en el registro del <enunciado>. Recordemos que éste es un registro de la consciencia. Ese es el registro que puede mentir, cuando dice la verdad. La <intención> de engaño se sitúa en el nivel de la <enunciación>. La <enunciación> es algo que está implícito en el inconsciente, donde habita inevitablemente la verdad.

Aquí hay que poner atención, me refiero al <registro de la enunciación> del sujeto engañador. Esto implica al inconsciente propio del engañador. Aparece cuando este interlocutor <engañador> exclama: ¿Por qué me mientes? Exclama esto, sabiendo que lo que ha oído es verdad. Haciendo esto, coloca a su interlocutor, como árbitro de la verdad. En esta pregunta del engañador, queda implícito, que será en el psiquismo del engañado, donde se va a inscribir la <dimensión de la verdad>. Pero sin que por ello se encuentre allí como garante de esa verdad última. Entonces la verdad sigue oculta. El engañador le dice: ¿Por qué me mientes? Para así, tratar de engañarlo. Y poder mantener oculta una verdad que ambos conocen.

Un punto esencial es que el <engaño> y la <mentira> no siempre se oponen a la verdad inconsciente. Supongamos a un analizante dice: <Yo miento>. Para los lógicos el <yo miento> es una paradoja. Porque al decir eso, si de verdad miente, al decirlo, está diciendo una verdad. Es decir, estamos en presencia de una paradoja. Esto no es una contradicción. Por una razón. En la paradoja ambas cosas son ciertas, pero incompatibles. En la contradicción, no. Porque una de los dos decires es cierto, el otro no.

Para otros, como ocurre con el filósofo inglés Bertrand Russell, él lo resuelve distinguiendo dos niveles del lenguaje: El nivel del <mentir> y el nivel del <decir>. De tal modo que el que dice <que miente> dice efectivamente la <verdad>. Es una verdad que resulta ser, un testimonio de la existencia de la <división del aparato mental> en instancias psíquicas diferentes. Una instancia que <miente> y la otra <dice>.

Aquí el analista le dice: <dices la verdad>. En ese caso la intervención del analista no se dirige al <Yo> del analizando, que ha afirmado: <Yo miento>. Sino que se dirige al <inconsciente> del mismo analizando. Se trata del mismo inconsciente que le ha hecho decir al analizando: <Yo miento>. Al oír al analista, el analizante puede entender de si-mismo, algo así como: <Yo te he engañado>. La intervención del analista cuando le dice: <dices la verdad> es una <revelación en trasferencia> del <engaño inconsciente> del analizando, lo que produce aquí un <efecto de verdad> en el analizando.

Este <efecto> de verdad se obtiene cuando el analista, por el hecho de que <todo afirmación tiene un lado oculto> no se siente engañado. El analista hace oír al analizante <la verdad inconsciente> de su decir. No se pone en la posición de decir <la verdad, de la verdad>. Lo que equivaldría a enmascarar <lo imposible>. Del lado del analizante el <efecto de verdad> que es fundamental para el progreso del análisis, culmina en un <velo>, en un <ocultamiento irreductible>. Eso es <lo imposible>. Finalmente, aquí se le pone en evidencia al analizando, que si la verdad <devela> también, la verdad simultáneamente <vela>. Es decir, la verdad <oculta> y <esconde> algo más. Y eso es irreductible. No puede ser de otra manera.

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REFERENCIAS:

[1]  Es necesario recordar el concepto de <Goce> en Psicoanálisis. El Goce refiere a una necesidad automática de <sufrir>. Cada sujeto tiene su montante privado de Goce [determinado por el monto de sufrimiento en su infancia] el cual en la vida actual le es necesario para mantener su <equilibrio psíquico>. Así el Goce no es un síntoma. El Goce es algo diferente al <sufrimiento neurótico como síntoma>. El cual es producido por la angustia, la separación o pérdida de objeto y por los sentimientos de culpa inconsciente. La culpa consciente se llama: auto-reproche. Y es otra cosa.