ÉTICA EN PSICOANÁLISIS

ÉTICA EN PSICOANÁLISIS

Rómulo Lander [Caracas]

En nuestro mundo occidental los griegos iniciaron el estudio de la ética. Sócrates es considerado el fundador de una reflexión ética autónoma. Centró toda reflexión filosófica en la ética. Luego su discípulo Platón en <La Republica> plantea la ética de la convivencia ciudadana. Allí los valores éticos refieren a las categorías del bien y el mal, de lo bello y lo feo, en donde el bien y lo bello coinciden como valor ético, al igual que lo feo y el mal. Posteriormente Aristóteles no solamente fundó la ética como disciplina filosófica, sino que además planteó en su <Ética a Nicomaco> la mayor parte de los problemas que luego ocuparon la atención de los filósofos morales. Define las virtudes éticas como aquellas que se muestran en la práctica. Distingue la justicia, la amistad y el valor, como aquellas virtudes que tienen su origen directo en las costumbres y definió la sabiduría y la prudencia como las virtudes fundamentales. Aristóteles planteó la relación entre las normas y los bienes, entre la ética individual y la social, entre la ética teórica y la práctica. Posteriormente con la aparición del Cristianismo surge una nueva ética que se fundamenta en Dios. Especialmente en los principios de su moral, basada en los diez mandamientos entregados a Moisés por Dios en el Monte Sinaí. Luego pasa al cristianismo y en nuestro mundo occidental pasó a ser llamada la moral cristiana.

  1. La ética en Hegel

Con Hegel las cosas son vistas de una manera diferente como veremos a continuación. Hegel en su libro <La fenomenología del Espíritu> hace una diferencia entre ética y moral. La moral va a indicar la intención del sujeto, su deseo interior. La ética va a indicar un conjunto de valores culturales, especialmente valores de la familia. Hegel plantea que la proto-ética, proveniente de los valores familiares-culturales, va a formar la ética del individuo que luego va a ser llamada moral. También hace una diferencia entre ética y estética, en donde la estética es presentada como el valor de belleza de una cultura. La estética es independiente de los valores éticos y morales del sujeto. De tal forma que lo bello y lo bueno no necesariamente coinciden.

  1. Ética y moral

Hoy día es útil y necesario diferenciar la ética, de la moral. Ambas refieren a <un conjunto de valores que determinan una cierta conducta>. Hoy en día la ética refiere a valores individuales. Cada sujeto tiene su ética. La moral refiere a los valores generales, familiares y colectivos. Por ejemplo el decálogo cristiano refiere a una guía de buena conducta llamada la <moral cristiana> que rige al colectivo cristiano. La moral se usa como patrón o guía, para juzgar la conducta de los individuos.

  1. Juicio moral

El juicio de valor, será siempre un juicio moral, ya que dicho juicio corresponde a unos valores que alguien en representación de un código social dado, aplica a un individuo. Ese juicio realizado por alguien, que detenta valores ajenos a la ética del individuo juzgado, termina siempre siendo un juicio arbitrario llamado juicio moral. En donde todo juicio realizado por otro, termina siendo un juicio moral.

El individuo no puede escaparse de la presencia de sus valores éticos personales. Estos valores personales se vuelven hacia el sujeto, ejercen un juicio sobre el propio sujeto. Ese juicio es automático e inconsciente y es responsable de los sentimientos inconscientes de culpabilidad. Existe una diferencia si el juicio inconsciente es producido por los efectos del <Yo ideal> o por el <Ideal del Yo> del sujeto. En el primer caso estamos en el registro narcisista, imaginario. Aquí encontramos un juicio fundamentalista, con sentencias crueles y exageradas. Un juicio donde impera la ley del todo o nada, la ley del ojo por ojo, un juicio cruel. En el segundo caso registro edípico, simbólico, el juicio es benigno y entran en consideración factores atenuantes y agravantes. En este tipo de juicio simbólico existe la posibilidad de reparación y la sentencia va a ser adecuada al delito.

  1. La moral en Sigmund Freud

Freud hablo muy poco de ética. Sus textos se refieren más a la moral. En <El Yo y el Ello> plantea la importancia que tiene para la civilización y socialización del individuo la prohibición del incesto y el parricidio y con sus efectos en la formación de la psique: El SuperYo con sus correspondientes sentimientos inconscientes de culpabilidad. El <Yo ideal> e <Ideal del Yo> van servir como decía Freud, como guías morales al individuo. Igual planteamiento aparece en Tótem y Tabú y en la Psicología de las Masas. Para Freud los valores son descritos en términos de moral. En esto sigue a Hegel.

  1. La crisis ética de Bion

Wilfred Bion produjo contribuciones importantes al problema de la ética en Psicoanálisis. Bion plantea la inevitable crisis ética en el curso de un análisis. Dice que el trabajo del análisis llevará a la resignificación de las experiencias tempranas formadoras de la psique. En ese momento se ponen a prueba en transferencia los valores del individuo sostenidos en su <Yo ideal>. Ocurre lo que él llama un turning point, un momento crucial en el análisis. Si el individuo no lo soporta, continuará con sus valores infantiles propios del Yo ideal y el momento de la crisis ética habrá fracasado. Se puede decir que en ese caso, el individuo no soportó su verdad interior, y no soportó según Bion <ser lo que és>. Así, el análisis termina sin haber llegado a su fin.

  1. Lacan y la ética

Es necesario en este momento separar artificialmente: (a) La ética del Psicoanálisis (b) La ética del Psicoanalista (c) La ética de la Institución Psicoanalítica. Fue Jacques Lacan extraordinario estudioso de la ética, quién con su insistente planteamiento de la ética en Psicoanálisis, hizo posible distinguir claramente entre estos tres aspectos de la ética.

  1. La ética del Psicoanálisis

Jacques Lacan en su Seminario sobre La ética y en el Seminario sobre El acto analítico, plantea claramente que la ética del Psicoanálisis es la ética de la búsqueda de la verdad inconsciente del sujeto. Es decir, su verdad interior. Lacan nos enseña algo similar a lo presentado por Bion, cuando Lacan nos dice, que la ética del análisis está en no ceder en el deseo, en que el sujeto debe actuar en conformidad con su deseo. Sabemos que el deseo del sujeto es inatrapable, sin embargo sus efectos refieren a su verdad interior. No actuar en conformidad con el deseo, es pasar a la impostura. Es actuar en conformidad con la exigencia familiar y social. Es como dice Lacan <la traición a sí mismo>. Aquí la ética del Psicoanálisis, toca a la ética del Psicoanalista, ya que este podría estar fuera de una posición ética, si hace alianza inconsciente con las demandas y valores familiares y sociales de su analizando. A veces, el analista es empujado a esto ante el horror de lo reprimido. Ante el horror de su acto. Lacan decía no hay acto analítico sin ética. Entiendo que se refiere a la ética del buen decir y a la ética de la búsqueda de la verdad interior. Ya que esta es la única forma como el acto puede ser genuinamente analítico.

  1. La ética del Psicoanalista

En este acápite es necesario distinguir entre el lugar y la posición del analista.

(a) La ética del lugar del analista refiere a la ética de sostener la transferencia. Esto quiere decir que el analista sabe que es semblante de pequeña-a para el analizando. Su tarea y su ética están en sostener está pequeña-a, sin identificarse, es decir sin hacer simetría. De esta forma el analista sostiene el semblante y además el ideal de su paciente, que le habla de lo decepcionado que está de su anterior analista. El analista escucha esto sin identificarse y sin hacer simetría con su analizando. De hacerlo, el analista cae en simetría y en estado de infatuación, pierde su lugar analítico y se encuentra fuera de ética.

En ese momento el proceso de análisis se ha detenido. Esto puede pasarnos a todos, pero es necesario rescatarnos ello. Para eso se requiere de un interlocutor calificado, un Otro que actúe como supervisor en confidencia. Esta ética del lugar del analista incluye la ética de la oferta de confidencia y de escucha privilegiada sin juicio de valor.

(b) La ética de la posición del analista refiere a la ética del buen decir. Esto se refiere al momento en que el analista decide intervenir con su silencio, su palabra o su acto. Si el analista se otorga a sí mismo el lugar del saber estará ubicado como un <s(A)>. Es decir, un Otro completo, no castrado. Hablará creyendo que tiene la verdad del analizando. Desde allí le interpreta. Su interpretación será reveladora, pero sobre todo obturante. El analizando escuchará esa supuesta verdad que viene de su analista quién posee el poder otorgado por la transferencia. El analizando queda satisfecho y cerrado. Su búsqueda y sus preguntas han sido contestadas. El proceso se detiene. Con el agravante de que la interpretación se ha sostenido en la sugestión. La ética del buen decir plantea lo contrario. El analista interviene y dice poco, desde donde no se le espera. Interviene sin tener la verdad del analizando, habla desde una posición castrada <s()>. El analista puntualiza, precisa, pregunta analítica y re-lanza la búsqueda de esa verdad interior, que solo él analizando podrá encontrar. Al igual que Bion, Lacan plantea que en la cura analítica habrá un momento de crisis ética para él analizando. Es el momento de la verdad. El momento donde el analista y él analizando pueden retroceder ante el horror del acto analítico. El horror de lo revelado. Si el analista no sostiene su angustia ante el horror, la cura se detiene, el análisis continúa por otro lado, en la impostura. Si él analizando, no soporta el horror de lo revelado inconsciente, no podrá resignificar sus identificaciones tempranas, sus garantes originarios, y el momento de transformación se habrá perdido. El análisis termina, sin llegar a su fin. En ese caso decimos que el sujeto no soportó el actuar en conformidad con su deseo.

  1. Ética de la instituciónpsicoanalítica

Toda institución organizada tiene reglamentos que rigen las relaciones de sus miembros. Es la ley de la institución y todos sus miembros están en la obligación de obedecerla. Dentro de estas leyes existe un acápite dedicado a la conducta adecuada de sus miembros. Me refiero a la existencia de un <Código de ética>. Planteado de esta manera, podríamos pensar que este asunto, más que una ética, es una deontología <un código deontológico>. Sin embargo esto no tanto así, ya que la deontología refiere a un tratado de deberes y derechos.

El código de ética de la institución psicoanalítica refiere únicamente a un listado de deberes. Sin embargo, podría considerarse un código moral. Este Código permite una clara toma de conciencia de lo que la institución considera desde un punto de vista social, ser una conducta apropiada a la dignidad del Psicoanálisis. Entonces, este Código nos va permitir hablar de la responsabilidad del psicoanalista con la institución y con la sociedad.

Sin embargo aparecen dificultades. El problema es el siguiente: cada país o área geográfica del planeta tiene un conjunto de valores diferentes unos de otros. Lo que es aceptable para unos, no lo es para otros y viceversa. Por lo tanto, no es posible tener un código universal. La forma de zanjar este problema es elaborar un código mínimo que pueda ser adaptado, enriquecido en cada región. Además para poner las cosas peor, existen a nivel mundial, múltiples Escuelas de Psicoanálisis, independientes unas de otras. Cada institución psicoanalítica organizada a nivel mundial, podría tener su propio Código. No conozco, ni creo que existe un código de ética dentro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis <AMP>, fundada por J.A. Miller, albacea de los textos de Jacques Lacan. Tampoco creo que existe algún Código de ética en las otras organizaciones Lacanianas internacionales, ni en las organizaciones Jungianas, ni Adlerianas.

La Asociación Internacional de Psicoanálisis IPA, fundada en 1910 por Sigmund Freud, elaboró en 1998 un Código de ética, que fuera extraído de más de ochenta años de experiencia con las dificultades, que en la práctica del psicoanálisis, presentaban en los momentos más difíciles de su vida los analistas de las diferentes regiones geográficas. Me voy a permitir mostrar a Uds. este código ya que se trata de un documento público. En un tiempo pasado, los principios técnicos del psicoanálisis servían como código de ética, de tal manera que la ética del psicoanálisis consistía en respetar sus principios técnicos. Hoy día existe una diferencia, con sus correspondientes consecuencias entre una falta ética, una falta técnica, y una falta estética.

Código de Ética de la IPA

1. Confidencialidad: Los psicoanalistas respetarán la confidencialidad de la información y documentos de sus pacientes.

2. Arreglos Financieros: Todos los honorarios y arreglos financieros serán ampliamente expuestos por el psicoanalista y aceptados por el paciente antes de comenzar el psicoanálisis o en el caso de un ajuste de honorarios, deberá ser anunciado previo a su implementación. Entre los psicoanalistas y sus pacientes no debe llevarse a cabo ningún tipo de negocio.

3. Derechos Humanos: Ningún psicoanalista a sabiendas participará en, o facilitará la, violación de ninguno de los derechos humanos básicos de un individuo, definidos por la Declaración Derechos Humanos emitida por la ONU.

4. Coerción: La posición profesional del Psicoanalista, su autoridad y la información confidencial que posee, no será utilizada para coaccionar a los pacientes o para generar ganancias o beneficios al psicoanalista o a ningún tercero.

5. Contacto sexual: Un Psicoanalista no solicitará ni tendrá relaciones sexuales con sus pacientes o con los estudiantes que supervisa.

6. Relación Voluntaria: La relación de un paciente con su analista es estrictamente voluntaria y el paciente puede discontinuar el tratamiento o buscar otro tratamiento o consejo en cualquier momento.

7. Finalización del tratamiento: Para finalizar el tratamiento con un paciente, el psicoanalista deberá buscar la manera de hacerlo por mutuo acuerdo. Sin embargo, si el psicoanalista elige discontinuar el tratamiento, deberá responder a las necesidades y solicitudes razonables del paciente de informarse sobre fuentes alternativas de tratamientos.

8. Mantenimiento de habilidades: Un psicoanalista deberá permanecer informado sobre los desarrollos profesionales y científicos relevantes y su aplicación a la práctica del psicoanálisis.

9. Deterioro profesional: Un psicoanalista informará confidencialmente al organo apropiado de una Organización Componente (o a la IPA en caso de un Miembro Directo) sobre cualquier evidencia significativa de que un psicoanalista, incluyéndose a sí mismo, está actuando de una manera que sugiere incapacidad para ejercer adecuadamente las obligaciones profesionales psicoanalíticas.

10. Honestidad: Un psicoanalista mantendrá una relación abierta y honesta con cada paciente, sujeta a las restricciones profesionales razonables, no engañará a sus pacientes o a sus familias, ni incurrirá en ningún tipo de fraude, engaño o coerción.

11. Continuidad: Previo a la inminente muerte o inaccesibilidad de un psicoanalista, este deberá, con toda consideración por la confidencialidad profesional, tomar previsiones para que cada paciente sea informado (incluyendo opciones para continuar tratamiento).